Saludos desde Ithaca a todos mis amig@s y a todos aquellos que seguís mi actividad profesional por el mundo adelante.
Solo unas líneas para que sepais que no pude llegar a mejor lugar a pasar este semestre que a la Universidad de Cornell (Nueva York, EE. UU.), a la que, como sabeis, los rankings más serios que circulan por ahí, la tienen clasificada entre las mejores de este mundo académico nuestro, que es de todos. ¡Y se nota, caray si se nota! Alto nivel en Ciencia y Tecnología, pero también en Medicina, Ciencias Sociales, Agricultura, Ciencias Naturales, Medio Ambiente y Ecología Humana, de lo mejor.
Para un profesor como yo, que viene de una universidad nueva, que, aunque damos un pasito cada día, todavía queda un largo camino por recorrer, es un orgullo estar aquí trabajando, entre viejos colegas como mi anfitrión, el profesor Gary Evans, en el Departamento de Diseño y Análisis Ambiental de la Facultad de Ecología Humana, a quien conozco desde hace más de 20 años y con quien sigo aprendiendo y trabajando para llevar resultados científicos sobre cambio climático a la sociedad y la política.
Después de una semana de adaptación al Campus y a la ciudad de Ithaca, donde se encuentra el cuerpo principal de la Universidad (el otro Campus está en la ciudad de Nueva York), me espera otra semana llena de actividades docentes y de investigación.
Ithaca es una ciudad que, como Lund en Suecia, vive para su universidad, que mueve alrededor de ella toda su economía local, hasta convertirla en el condado con más empleo de Estados Unidos. Algo que deberíamos aprender en las ciudades gallegas, que son depositarias del conocimiento generado en nuestros 7 campus. Os dejo también un par de fotos de la casa donde estoy instalado y del barrio en el que se encuentra, entre el campus y el centro de la ciudad.