Ayer, el Boletín del Estado publicó la concesión de la "Cruz al Mérito Naval con Distintivo Blanco" premiando así mi colaboración con el Ministerio de Defensa y mi contribución a la recuperación del espacio industrial en la ciudad, que pilotará la Universidade da Coruña en los próximos años, así como mi colaboración con el desarrollo de la industria naval. Agradezco la sensibilidad del Gobierno de España y, en particular, de la Ministra Margarita Robles. Es un enorme honor. Sin embargo, no puedo recoger este premio sin más, si no lo comparto, como no puede ser de otra manera, en primer lugar, con los trabajadores despedidos de la Fábrica de Armas, que han mantenido la lucha firme y continua en defensa de los puestos de trabajo todos estos años, con la UGT, con la Universidad de A Coruña, con el Ayuntamiento de A Coruña, y con el resto de diputados y senadores que me acompañaron en las Cortes. Solo cuando el trabajo se desarrolla en colaboración y la prioridad se pone en el interés general, es posible conseguir logros, lejos de las disputas partidistas, y al final, es toda la ciudadanía la que se beneficia.